Después de tanto esperar llega el día en el que comienza todo. Te recojo, comemos y partimos hasta llegar a nuestro destino, sin pérdida, sin problema alguno. Nos instalamos, nos cambiamos de ropa y corriendo al teatro. "No hay nadie", pero nos encontramos con un hombre que nos asegura que quién tenía que llegar ya había llegado y estaba preparandose. Y era cierto, es su letra, ya estaba allí.
Llega la hora de recoger entradas. Que importante soy en un sobrecito y todo a mi nombre. Volvamos con mi poster a la habitación, cenemos y volvamos después para entrar con tiempo.
Abren puertas, la gente se acomoda, inspecionamos todos y cada uno de los detalles que ha cuidado esta vez para su espectaculo y como siempre... todo está perfecto.
Empiezan a apagar unas luces y bajan la intensidad de otras. Músicos que se colocan en sus puestos y notas que ya empiezan a dar comienzo al espectáculo. Primero una introducción y minutos más tarde sale ella, preciosa como siempre, saludando y deleitando a cada uno de los presentes con esa voz tan dulce. Entre bailecitos y gestos acaba las primeras canciones y se presenta agradeciendo nuestra presencia de corazón y sigue la actuación.
Y disfrutamos de cada uno de sus movimientos y no perdemos detalle de su voz que sigue emocionandonos a cada palabra.
Presenta sus canciones, con arte, con gracia, con frases que nos hacen reir... "Hay veces que en la vida nos enamoramos de la persona que no es la más adecuada y nuestro corazón nos dice una cosa, y nuestra cabeza otra, y no sabemos que hacer aunque siempre manda el corazón. A mi eso me ha pasado... (camina mientras simula el estar contando con los dedos las veces que le ha pasado y acaba diciendo)... me ha pasado. Que hago yo, para todos vosotros."
Y pone al teatro en pie y la hacemos saltar pero antes saltamos nosotros. Y mete toda la caña posible en una canción de la que no esperabamos menos, al acabar nos sienta. "Ya podeis sentaros... Aunque bueno os voy a levantar otra vez en un rato." El público rie, es imposible no divertirse con ella, con sus cosas, con sus gestos... te hace disfrutar desde el primer minuto hasta el último, ese que llega tan pronto y te deja con ganas de más.
Sigue presentando canciones mientras "conversa" con el público, pregunta y responde. Afirmamos con gritos y ovaciones, tocamos las palmas durante canciones y canciones seguidas con la gente en pie, mientras ella sigue dejandose el alma en cada frase.
Recordamos cánciones antiguas que todos conocemos inevitablemente, nos hace bailar y cantar y seguimos en pie.
Se cambia de ropa y nos deja mientras con el resto de la banda donde cada uno se luce con su instrumento dando lo mejor de si y acabando con una conocida canción suya pero con un ritmo totalmente diferente al que lleva realmente, una sorpresa sin duda para muchos.
Es la hora de despedirse y lo hace cantando, con risas, saludos, besos y agradecimientos. Pero todos queremos más y le gritamos para que vuelva a salir a cantar. Y sale divertida, con su arte, mientras habla imitando el habla de los niños pequeños diciendo... "Yo este año me he prometido que si la gente no grita "otra, otra" muy fuerte, muy fuerte... yo no salia a cantar otra." Nos vuelve a hacer reir y todos gritamos tan fuerte como nos pide. Y canta otra, y cantamos otra. Pregunta respuesta. La mejor canción a "dúo" desde el comienzo de la gira según ella misma. Y ahora sí, es hora de irse y nos vamos con buen sabor de boca, con ganas de más, contentos, felices...
Vamos por la puerta de atrás, el garage, para al menos verla salir. Tenemos la esperanza de verla pero nada es seguro. Y sale y entra gente, sus hermanas, su sobrino, su cuñado... Y nos afirman que saldrá al acabar de atender a personas que había dentro, pero no podemos creerlo.
Una puerta grande, nos apartan para que salga una furgoneta y solo se queda en la puerta, taponandola y dejando un espacio en el que apenas pasaban dos personas juntas.
Empiezan a salir y se ve una chica morena con una sonrisa en la cara imposible de confundir. Es ella.
Entran las primeras personas y se hacen su foto correspondiente. Es mi turno, nuestro turno.
Paso y voy directa a ella, le doy dos besos, la medio abrazo, la agarro sin creer todavía que la tenga tan cerca de mi, y me habla, me sonrie, me mira.
-¡Hola!, ¡Hombree! ¿Que tal estás?
-¡Hola! Ahora estupendamente.
Es lo único que me sale responderle mientras mis ojos brillan por la emoción del momento. Ella se rie y nos hacemos la foto. Se vuelve y sigue hablandome.
-¿Que te ha parecido el concierto, te ha gustado?
-¡Me ha encantado! Y con las ganas que tenía de verte más todavía.
-Muchas gracias bonita.
Y sigue sonriendo. Me aparto y ahora es tu turno.
Os veo juntas y sois perfectas, que suerte la mia disfrutar de esos momentos.
Recojo la cámara y agradezco a su hermana el habernos hecho la foto. Te despides mientras de ella y yo veo la oportunidad de volver a acercarme. Le agarro la cara y le doy otros dos besos, sentí que le pilló por sorpresa o más bien que ya no quería más besos, pero yo los necesitaba, ya no sé cuando volveré a verla.
Nos despide como siempre, sonriendo y dandonos las gracias. "Adios, muchas gracias y tened cuidaito. " Y nos echan, nos vamos alejando mientras seguimos viendola de espalda agarrada a otras que esperaban también ansiosas ese momento.
Damos la vuelta y nos quedamos arriba viendo como se hacia fotos con todo el mundo y aún cansada, cosa que pudimos apreciar por algunos gestos de su cara, se mordia el labio, se recogia el pelo despacio mientras dejaba caer la cabeza apenas unos centímetros atrás, pero allí seguía.
Un par de veces le insistió su hermana para irse y no consintió dejar a la gente tirada, ella quería esperar a que todos los que estaban allí se fueran con su foto. Esperó, aguantó y todo el que quiso tuvo su oportunidad.
Una muchacha en silla de ruedas esperaba arriba. Y subió a saludarla y hacerse la foto con ella.
Acabó con el resto de la gente y salió, acompañada por tres vigilantes de seguridad del teatro y su novio que ya acompañó en todo momento y se dirigió a la muchacha. "Si Mahoma no va a la montaña..." y risas de por medio. "Perdona hija que te he echo esperar mucho rato", "abrigate que hace frio" y ella misma abrigaba a la muchacha, aún estando ella más expuesta al frio, allí estaba su novio que le echó el pañuelo por el cuello para que se cubriera. Pero que bien la cuidan.
Se hacen una foto, y otra, y otra... y ella sigue... "Bueno, ¿quién nos va a hacer una foto en condiciones?" y otra. Se despide de la muchacha y de todos los que estabamos alrededor. Baja de nuevo y ahora ya sí, entra en la furgoneta. Esperamos para decirle adiós por la ventanilla y así fue.
La furgoneta empezó a avanzar lentamente y ella aún sentada en el sillón de atras, se levanto y se asomó por la ventanilla delantera, haciendo que su hermana que iba de copiloto tuviera que agacharse. Y nos dice "adios" con la mano, nos lo grita, nos tira besos y no para de dar las gracias.
Ella no sabe que somos nosotros los que tenemos que agradecer el que sin apenas darse cuenta nos haga tan feliz con cada una de sus cosas, con esos detalles que la hacen cada vez más GRANDE.
Con esa paciencia y esa sonrisa que nunca pierde aunque esté cansada y con ganas de acostarse.
Porque nos dio un conciertazo increible, con emoción, alegría, energía, arte y gracia y después de todo eso, el lujo de disfrutar de ella como persona, aunque fueran dos minutos escasos, dos minutos de gloria que no cambiaría ni por todo el oro del mundo.
Y caminamos al hotel y solo hay palabras para ella, para repetir una y otra vez el pedazo de artista que es. Recordamos cada detalle del concierto, cada frase graciosa y cada movimiento que nos llamó o nos gustó de ella. Subimos a la habitación, felices y cena en mano, comemos algo antes de dormir.
Nos acomodamos y vemos las fotos, vemos videos y haciendo una pausa imprevista por un "accidente" de lo más tonto pero de lo más doloroso, seguimos cuando todo se calmó y finalmente pasó lo que tenía que pasar. Ahora sí que se duerme bien, tranquila, relajada, feliz, muy feliz, super feliz, ¡inmensamente feliz! Lo habia tenido TODO. No podía ser mejor.
Toca madrugar, bueno al menos se intentó... Salimos a las doce y desayunamos antes de ir a la capital.
Llegamos, visitamos el casco antiguo. La Alcazaba, solo por fuera, llegamos tarde.
La Mezquita, preciosa, enorme, con tantos detalles tan grandes que allí dentro parecen insignificantes.
Calles estrechas pero llenas de gente, bonitas fachadas, antiguas y viejas pero con su encanto.
Gitanas que salen de debajo de las piedras queriendote comprar con sus engaños y sus embrujos. Momentos de tensión y susto, al menos para mi, pero todo queda ahí.
Hora de volver a casa, un viaje largo y a la vez lleno de una tristeza interior porque todo acaba pero con una alegría por todo lo que hemos vivido.
Y mi fin de semana empieza cuando estás tú y termina en el momento en el que tenemos que separarnos. Ahora de nuevo a esperar una semana, larga y llena de deseos por volverte a ver.
Gracias por disfrutar cada una de mis ilusiones y mis emociones conmigo.
Gracias por hacerme sentir la mujer más feliz del mundo y hacerme vivir momentos tan inolvidables.
Te Quiero.